Aparicio y Guedes, los capitanes al frente de la tropa. (N.R.) |
Luis Molowny: (entrenador) "Era ejemplar en todo. Siempre vi en él una despierta inteligencia, un hombre profundamente disciplinado, un fervoroso defensor de los colores que tan arraigados llevaba en el fondo de su corazón. Técnicamente parece innecesario ponderar sus virtudes, que reflejaba tan brillantemente, con su admirable pundonor, lo mejor de nuestro fútbol de cantera".
Rosendo Hernández: (entrenador) "Estuvo dos veces a mis órdenes. Sus nobles sentimientos, su perseverancia como futbolista extraordinario, su hombría de bien; todo eso será para mí un recuerdo imperecedero"
Casimiro Benavente: (entrenador) "Fue un jugador sensacional y un magnífico compañero para todos los futbolistas españoles. Tuve la satisfacción, que siempre he proclamado con orgullo, de hacerle debutar en categoría nacional defendiendo la camiseta amarilla".
Héctor Rial: (entrenador) "Fue un fuera de serie en el fútbol español. Nació para ello y así paseó su categoría por todos los campos. Yo le tuve enfrente cuando entrenaba a otros equipos y a mis órdenes en sus últimos partidos. Pude conocer su carácter, su modo de pensar, su reflexiva postura en todo instante. Su personalidad nos había ganado a todos. Como jugador sólo puedo decir que era como un abanico que daba el aire de su juego a todo el conjunto".
Tonono: (futbolista) "Guedes no tenía dobleces. Un corazón de oro, como amigo y como compañero (...) Sufría mucho con una derrota, aún la más justificada, lo conturbaba profundamente (...) Le gustaba mucho hablar después de los partidos. Su sentimiento por el equipo era muy profundo. Se 'rompía' cuando no se alcanzaba el triunfo (...) Futbolísticamente fue un extraordinario jugador y, para Las Palmas, durante años su mejor figura. Ya sé que no llegó tantas veces a internacional como merecía. Él ha sido el mejor de todos nosotros, la pieza clave del equipo y uno de los grandes jugadores españoles en su puesto".
Jesús García Panasco: (secretario general) "En el trato con Guedes y dada mi condición de secretario general, al margen de su gran categoría futbolística destaco la fiel interpretación que tenía de todos los asuntos de los que hablábamos y su facilidad para hacerme mejor cualquier tema a resolver que le afectara a él y a todo el equipo".
Carmelo Campos: (entrenador y delegado) "Con Juan hubo infinidad de anécdotas, porque era un hombre muy abierto, extrovertido, con un carácter fuerte pero con un corazón como una montaña de grande. Le gustaba la broma, pero la sabía dar en su momento oportuno. Tenía idiosincracia del canario: socarrón y receptivo".
Gilberto I: (futbolista) "Mientras nos equipábamos en el vestuario de San Mamés, don Jesús nos dio la noticia del nacimiento del primer hijo de Guedes y aquel día le prometí que iba a marcar un gol en honor a su primogénito. Ganamos 0-1 y el tanto lo marqué tras combinar con León y Guedes en el minuto 90. Fue una gran satisfacción brindarle aquello".
Pacuco Rosales: (futbolista) "Lo primero que hizo cuando empezaron a llegar los extranjeros fue pedir al club equiparar los sueldos de los de casa. Pese a su figura, nunca trató al resto con superioridad. Incluso cuando fue a San Ginés con el Aficionado, para recuperarse de su rodilla, se integró totalmente como uno más".
Gárate intenta el remate de cabeza ante Ulacia. Observan Guedes y Luis Aragonés (Norberto Rodríguez) |
Martín Marrero: (futbolista) "Ocurrió en un partido de la selección donde yo debutaba ante Bélgica. El árbitro expulsó en el segundo tiempo a Gallego y Eladio, por lo que hubo un escándalo enorme con carga policial incluso contra los jugadores españoles. Pero Guedes se paró en la puerta del vestuario y nadie se atrevió a entrar".
Federico Melián: (futbolista) "Fue un honor sustituirle cuando se produjo la lesión de su rodilla. Él era prácticamente el equipo y su capacidad de mando nunca se cuestionaba. Durante los partidos nos defendía a muerte y en los entrenamientos achuchaba para que los demás jugadores respondieran al máximo".
Manolo Martín: (futbolista) "Con apenas trece años íbamos a jugar un encuentro dos equipos del barrio y a nosotros nos faltaba uno. Vimos pasar a un niño largo, moreno y le invitamos a jugar. La apuesta eran diez pesetas para cada uno del equipo que llegar antes a marcar doce goles. Y, claro, con Guedes ganamos fácil. Fue allí donde le conocí".
estupèndo articulos,cuantos hijos tuvo guedes alguno jugo al futbol y su mujer.podrias escribir de eso,gracias por contar estas cosas
ResponderEliminarGuedes, leyenda canaria del fútbol, debió ser también un enorme presidente como siempre quiso ser y por lo que se puede leer aquí. Juanito Guedes, presidente honorífico de la Unión Deportiva Las Palmas.
ResponderEliminarExcelente trabajo de este extraordinario jugador, sobre todo, para los que llevamos al club amarillo en nuestras entrañas.
ResponderEliminarMiguel ängel Ojeda Santana.-