Paco Castellano, ante el busto de Guedes, en el palco del Estadio de Gran Canaria (MB) |
Paco Castellano fue un robusto defensa con un corazón bañado en almíbar. Cuando se le nombra a Juan Guedes su voz cambia y inmediato rememora un episodio que marcó sus primeros pasos de vida profesional en la Unión Deportiva Las Palmas: "¡Qué puedo decir de Guedes! ... fue un padre para el resto de los jugadores. Tendría pocas cosas que añadir a su brillantez como futbolista, pero es que como persona era un ser maravilloso. Le tengo un cariño especial porque desde el primer día me ayudó a solucionar mi vida".
La historia de Castellano se produjo en los vestuarios del Estadio Insular, antes de la sesiones de entrenamiento cuando él acababa de integrarse entre los profesionales del club: "Germán, Guedes y yo éramos los primeros en llegar todos los días. Hablábamos de nuestras cositas. Yo era muy joven y me había comprado una casa. Y mientras nos vestíamos le contaba a Germán lo que había ocurrido el día anterior, cuando visité el club para pedir una ayuda. Don Jesús (García Panasco) me dijo que no era recomendable tener tantas propiedades, que vendiera una para pagar la otra. Mientras hablaba Guedes estaba ausente con sus cosas, pero escuchando. Se me saltaron las lágrimas", continúa Paco, "porque yo era muy serio y tenía que pagar dos letras para quedarme con mi casa. Sólo tenía esta propiedad y un coche". Sin embargo, todo cambió al día siguiente. "Guedes vino hacia mí y me dijo: Vaya al club que lo suyo está ya arreglado. Ejerció entonces como un gran capitán. Tuvo un gesto que le he agradecido de por vida. Así arreglaba las cosas, dando la cara por los compañeros".
Aquello unió más a la plantilla y, en especial, a Paco Castellano con un jugador al que conocía de su etapa juvenil: "porque yo disputaba tres partidos de fútbol los domingos. Uno en Martín Freire, otro en la playa y otro en Tamaraceite. Había coincidido con Guedes en el San Antonio de Tamaraceite y, desde entonces, ya se notaba la calidad que tenía. En Las Palmas él siempre tuvo un rendimiento muy regular", añade. "Daba unos pases extraordinarios, de mucha distancia, y el balón siempre quedaba rodando suave para quien tuviera que recibirlos".
'LEÑAZOS' SUTILES
'LEÑAZOS' SUTILES
Los amigos hablan de sus cosas después de un entrenamiento: José Luis, Germán, Castellano, Guedes y José Manuel León, en la portería de Naciente (Archivo de Norberto Rodríguez) |
Menuda joya de foto..de hombres.Aquellos eran otros tiempos.
ResponderEliminarC.Cardenes