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domingo, 13 de marzo de 2011

LA UD ACABA POR PRIMERA VEZ UN PARTIDO SIN ENCAJAR UN GOL EN CASA

Pedro Vega pelea por arrebatarle el balón a Baraja. Josico y Vicente Gómez, los dos pivotes defensivos, esperan para abotar la jugada de ataque pucelana (Mykel)
Juan Manuel cambia el modelo y apoya al cuarteto de zaguero con dos pivotes de carácter ofensivo. La fórmula dio resultado y el triunfo sitúa a los amarillos a un punto de la permanencia
Por primera vez en lo que va de temporada, la UD Las Palmas logra dejar a cero su portería en los catorce encuentros de Liga disputados en el Estadio de Gran Canaria. Esta es, al margen de la victoria sobre el Valladolid, la mejor noticia de una jornada en donde el equipo de Juan Manuel Rodríguez ha logrado situarse a sólo un punto de la salvación a falta de trece jornadas para la conclusión del calendario. Nástic y Salamanca, con 31 puntos, marcan ahora la frontera de la permanencia tras concluir la vigésimo novena fecha.
Ruymán, expeditivo, despeja ante Nauzet. (Mykel)
  Hasta ahora el conjunto amarillo había ganado cuatro partidos en su feudo y en todos ellos siempre encajó goles: Nástic (3-2), Alcorcón (4-1), Albacete (2-1) y Rayo (2-1). En total sufrió como local 19 de sus 58 tantos en contra. En sólo otras tres ocasiones había dejado intacta la portería de Barbosa, siempre como equipo visitante: Huesca (0-0), Villarreal B (0-3) y Nástic (0-0).

   El cuarteto compuesto por Aythami, David García, Pignol y Ruymán tuvo esta vez una ayuda diferente. Juan Manuel optó por reforzar el sistema de contención del equipo con un doble pivote de carácter defensivo. Durante la primera parte realizaron el trabajo Josico y Vicente Gómez, mientras en la segunda parte apareció Pollo por el lesionado Josico. Esta es una variación con respecto a las 28 jornadas anteriores donde tanto Paco Jémez como su sucesor optaron por la combinación de un futbolista creativo (preferentemente David González) en conjunción con un escolta de corte defensivo (Josico es el más utilizado).

 El sacrificio no quedó ahí. En el segundo periodo, cuando Las Palmas logró ponerse por delante en el marcador, las líneas amarillas dieron pasos de aproximación hacia los dominios de Barbosa creando un tapón que no supo resolver el Valladolid. Con este esquema y con una idea de mayor sacrificio y menos lucidez colectiva, ha emprendido la UD Las Palmas el camino hacia su salvación. Y el público fue el aliado que entendió el cambio de modelo justificado por la situación clasificatoria. De las tímidas protestas en algunas fases (reprochadas incluso con gestos por parte del propio Juan Manuel Rodríguez) pasó a la ovación y al 'pío, pío' de satisfacción. Y es que el triunfo es el acceso hacia la felicidad.


Juan Manuel Rodríguez reclama a Pollo máxima concentración en el trabajo defensivo durante los minutos del encuentro contra el Real Valladolid (Mykel)



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