Expresivo gesto de Juan Manuel Rodríguez en la sala de prensa del Estadio de Gran Canaria (Mykel) |
Cuando se recuerdan temporadas en su globalidad, la gestión técnica de los equipos se identifican con los entrenadores que más presencia tuvieron o, mejor, que marcaron las trayectorias definitivas de aquellos ejercicios. Por eso se señala a Juanito Rodríguez en el último ascenso de la UD Las Palmas en vez de a Josip Visnjic, que inició la campaña hasta casi el último tercio. El conjunto grancanario tiene por ello dos nombres eclipsados en sus expedientes a consecuencia de sendos descensos a la Segunda División B: Benito Joanet (1992) y David Vidal (2004), si bien en aquellas ligas otros técnicos también estuvieron en el cargo sumergidos en sendas políticas desesperadas del club por evitar naufragios. Pero a ellos la historia les recordará por haber embocado a los amarillos en los agujeros donde cayeron dolorosamente.
Joanet vino a Gran Canaria avalado por el heroico paso que tuvo en el CD Tenerife, al que llevó a la Primera División contra pronóstico en 1989. No supo, en cambio, no pudo mantener la remontaba en Las Palmas que había iniciado Roque Olsen tras el pésimo comienzo de Miguel Brindisi. Y su expediente registra el haber gestionado la mayor parte de la etapa sin victorias del club en Segunda División (16 jornadas: ¡qué cerca ha estado de igualarse el registro en el vigente curso futbolístico!). El caso de David Vidal es el más reciente. Venía a Gran Canaria tras haber llevado al Murcia a la Primera División y, avalado por Manuel García Navarro, no supo gestionar una excelente plantilla que había heredado de Juan Manuel Rodríguez, precisamente. El relevo del técnico grancanario fue una de las decisiones más injustas adoptadas en la historia de la UD Las Palmas y provocó un cisma interno en su consejo de administración y en la propia dirección deportiva, entonces liderada por Pepe de la Rosa. Joanet y Vidal eran dos entrenadores considerados maestros de la motivación, pero fracasaron precisamente en este aspecto porque sus equipos eran entes sin vidas en los terrenos de juego. Y tampoco tuvieron imaginación para encontrar soluciones tácticas a los problemas de sus conjuntos, a pesar de contar con excelentes jugadores.
Es el mismo Vidal, que ahora está al frente del Albacete Balompié, el que de nuevo está enfrente de los intereses canarios. Toca el turno a Juan Manuel de disponer de una revancha particular por más que endulce este cruce entre entrenadores que rivalizan por la salvación. Ha de demostrar que como extractor de resultados puede estar por encima del gallego y, cómo no, que sus planteamientos de pizarra están más actualizados. Porque en realidad en el Carlos Belmonte se van a medir el sábado el "¡Vamos, venga, chavales!" contra el trabajo de laboratorio o ambas cosas a la vez. El morbo se sirve sin necesidad de otras presentaciones. Esta tarde expresó Juan Manuel en Canarias Radio su adoración personal a José Mourinho: "Es un genio", dijo. Veremos el sábado en Albacete quién es el más Mourinho de los dos.
En la UD se han echo muchas cosas dolorosas en los últimos años. No se salva nadie, ni siquiera el apuntador. O cree usted, que existe algún mérito con los que están ahora. Nada. Por cierto, enhorabuena por su blog.
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