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lunes, 29 de octubre de 2012

LOS CIEN DE GUADALAJARA

Se escuchaba más fuerte a través de las ondas el 'pío, pío' que los ánimos locales alcarreños. Ocurría en la cita más trascendente de cuantas se han desarrollado hasta ahora en la competición. Porque el resultado de Guadalajara era un punto de partida para algo: navegar hacia la tranquilidad, en primera instancia, o ingresar en el sombrío mundo de las dudas con una hipotética pérdida frente al colista.
Los cien amarillos de Guadalajara no sufrieron una desaceleración en su objetivo. Ni siquiera cuando al descanso todo era un mar de dudas con el marcador adverso tras una primera parte en la que, estadísticamente, Las Palmas había vuelto a las andadas. Pero el credo de la grada pasó al credo en el campo, con un efecto contaminante. Chrisantus volteó el marcador y el cambio de dinámica en la plantilla sigue su ruta. No es tarde ni temprano: es el momento, pero sin receso ya.
No es tiempo para exigencias sibaritas; es el periodo de unir un resultado a otro y eso es lo que está consiguiendo Sergio Lobera y su equipo de colaboradores. Han acertado a pulsar un resorte que permite a los amarillos salir de la caótica situación que se adivinaba tras la derrota frente al Castilla. Y, lo más importante: la victoria no nubló la vista al entrenador, que admitió su disconformidad por los dos goles encajados. Porque cualquier perfección en el deporte es incluso susceptible de mejorar.

viernes, 26 de octubre de 2012

UN LEGADO DE QUINTANA NIEVES

Rescatamos este fin de semana a Juan Antonio Quintana Nieves, el recordado entrenador de tan productivo trabajo en filiales y con presencia siete encuentros en el primer equipo durante la temporada 1998-99, tras relevar a Paco Castellano. Entre muchos logros personales y consejos eficientes para los suyos, dejó un registro estadístico que el conjunto de Víctor Afonso aborda en el intento de mejorarlo. Ocho victorias, un empate y una derrota en los diez primeros partidos de la campaña 1999-00 del filial: llevan la firma de Quintana. Esta es su foto oficial de una plantilla que proporcionó muchas alegrías a la afición amarilla, entonces en el Estadio Insular. La totalidad de sus jugadores recordarán al técnico con el aprecio que se ganó; sencillo, correcto y humano.
Foto oficial de la UD Las Palmas Atlético 1999-00 (Archivo UD Las Palmas)

lunes, 22 de octubre de 2012

EL PÚBLICO TAMBIÉN RECTIFICA

En apenas cuatro días hemos sido testigos de una curiosa interpretación sobre la soberanía popular (opinión del graderío). El jueves, con el marcador incierto en partido de Copa frente al Racing de Santander, la afición del Estadio de Gran Canaria dedicó una sonora pitada a Javi Guerrero después de que malograra una ocasión 'mano a mano' con el portero Mario, jugada donde hubo un remate defectuoso con la derecha y una intervención meritoria del arquero montañés.
Guerrero, con el brazalete de capitán, observa la jugada
entre Pignol y Baha (Fernando Sánchez)
Ese mismo día, instantes después, Guerrero reparó la ocasión malograda con un gol de su propio sello: un tiro de esos que parece no llevar fuerza y no tener mucha convicción, pero que viajan tocado por un hechizo hacia el fondo de la portería.
Fue la afición grancanaria la que reaccionó y al ser sustituido Guerrero cambió la dirección de su humor con el ejemplar delantero madrileño, al que dedicó una ovación con alta carga de sensibilidad. La historia se repitió este domingo en Liga frente al Sabadell, pero sin censura previa. Guerrero marcó y su gol le dio cordura a todo el trabajo realizado por sus compañeros. Al ser relevado por Tyronne arreció la segunda ovación, en un feliz reencuentro entre aficionados y jugador. Rectificar es de humano, hacerlo de forma colectiva otorga un plus de sabiduría popular a esta entendida afición de buen paladar y de paciencia a prueba de resultados.

martes, 16 de octubre de 2012

LA CRUEL SINCERIDAD MADRIDISTA


Resulta curioso, pero en el transcurso de la segunda parte en Valdebebas, la afición del Real Madrid Castilla envió a la UD Las Palmas un mensaje al unísono sobre algo que estaba contemplando: "Las Palmas, a Segunda B". Al escucharlo a través de las ondas no percibimos que se tratara de un insulto o de una mofa. Era un mensaje, una opinión colectiva de quienes no tienen apego al equipo, al escudo o a los colores amarillos y de forma sincera se percataron que ese equipo que se medía al filial tenía pinta de descenso.

Por desgracia, los números desnudan que el mensaje del adversario era sincero, digno de agradecer porque el primer movimiento para reparar una avería antes de que sea irremediable es admitir que ésta existe. ¡Y de qué magnitud es la que tiene la UD Las Palmas!. Hace apenas unos días redactábamos en esta misma web un artículo advirtiendo que el problema del equipo amarillo "es más serio de lo que parece". No quitamos ni añadimos nada a lo expresado. Al contrario; subrayamos que el problema va en aumento y el equipo de Sergio Lobera se dirige hacia una zona pantanosa de la que es complicado salir.

El mensaje de Lobera en la víspera del encuentro en Valdebebas subrayando su mirada hacia los puestos de promoción ha quedado finalmente en un escenario tremendamente surrealista, que le aleja del auténtico problema actual de un proyecto que en poco tiempo tendrá que cambiar las coordenadas GPS y centrarse en lo que realmente ha de ser su preocupación: volver a evitar un descenso de categoría que, con actuaciones como la de este lunes, es una posibilidad muy cierta que no se puede desdeñar.

Las Palmas no está actuando como un equipo de la Segunda División. Está despreciando la misión primaria de un conjunto profesional, que es echar sólidas raíces defensivas, protegerse con orden y sin fisuras, al margen de tener un comportamiento colectivo en todas las facetas del juego. Sus agujeros, esas lagunas no reparadas, le pueden pasar una factura muy cara. Y la afición merengue lo ha advertido con prontitud y crueldad.

domingo, 7 de octubre de 2012

ESTO ES MÁS SERIO DE LO QUE PARECE

Cuidado: esto es más serio de lo que parece. Y además fue muy preciso el propio Sergio Lobera cuando en vísperas a la octava jornada dijo que ya no estamos en una fase anecdótica de la competición. Cuatro equipos ya han pasado por el Estadio de Gran Canaria y, por unas u otras razones, Las Palmas no ha logrado darle una alegría a sus paisanos en estas citas de la Liga. Ocho encuentros, una quinta parte del calendario, ya se han esfumado y el proyecto tiene seis puntos, la mitad logrados el día que se alzó en telón en El Sardinero.

El gesto de Manu Sayabera al culminar el partido contra el Almería (C. Torres)
No hablamos de sensaciones ni de méritos acumulados; con eso  no se va a ninguna parte. Hablamos de datos que, a día de hoy, a nosotros nos alarman por razones obvias: porque este equipo (y ahora nos referimos del grueso de la plantilla) tiene un pasado de sufrimiento o penurias clasificatorias que son recientes. Quizá heridas aún fáciles de recordar.

Miremos con frialdad la realidad que arroja la UD Las Palmas:

* Con dos empates y dos derrotas en la isla es el tercer peor equipo de la categoría en esta faceta (empeoran el dato Mirandés y Guadalajara, con un punto y ambos en posiciones de descenso).

* Los 17 goles encajados en 8 partidos supone casi un tercio (59 en total) de todos los que recibió Las Palmas la pasada temporada en 42 encuentros.

* Y los 8 tantos marcados colocan a los amarillos en el grupo inferior de la clasificación en la faceta atacante, con un bagaje pobre de productividad: cada gol deja 0,75 puntos en la caja de caudales del equipo.

Ocho partidos no definen a un candidato o si el proyecto es válido pero merece realizar una biopsia para obtener conclusiones de mejora porque este tipo de trayectorias devoran todo cuanto se ponga a su alcance.

La reacción (léase puntos y no sensaciones) es innegociable.