Antonio Guayre ha vuelto a lesionarse. Esta vez sufre una rotura de fibras en el gemelo derecho, lo que le llevará a estar inactivo un mes. La abundancia de incidencias en el parte médico del delantero grancanario convierte este hecho en un elemento más de desesperación para el cuerpo técnico. Porque los datos, desde que regresó a la entidad amarilla procedente del Numancia, son elocuentes. Sin contar las nuevas jornadas de Liga que a partir de esta fecha acumulará, Guayre suma en total treinta partidos ausente por problemas físicos en las 42 fechas del pasado ejercicio y hasta las 24 del vigente. 21 bajas corresponden a la época de Kresic (luego Jémez) y nueve más en la actual temporada.
Sobrecargas en el abductor, roturas de fibras y hasta una pequeña fisura ósea. A Guayre le ocurre de todo. En la pasada Liga tuvo hasta seis incidentes distintos que le llevaron a los servicios médicos del club y en la actual temporada alcanza la cuarta paralización.
Sin embargo su producción este año había mejorado de manera sensible en el primer tercio del campeonato, donde anotó tres goles y pareció ser una de las piezas fundamentales del nuevo proyecto. Esta fragilidad es la más llamativa de toda la plantilla grancanaria porque, por los motivos físicos comentados, todavía Guayre no ha podido disputar un encuentro al completo desde que regresó a la Unión Deportiva.
Toca de nuevo esperar.
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