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sábado, 25 de diciembre de 2010

PAOLO GIAMMARÍA, EL HOMBRE INVENCIBLE

El atleta italiano que sufrió el infarto en el maratón de 2010 ubica su nueva residencia en Gran Canaria. "Esto es el paraíso", admite tras recuperarse de su segundo incidente en la isla: un atropello de tráfico cuando iba a entrenarse 

Paolo Giammaría, en Las Canteras, y (debajo) frente al monumento a Alfredo Kraus (foto: MB)

"He estado dos veces en Gran Canaria este año y en ambas ocasiones se me ha presentado la ‘vieja señora de negro’. En la primera sufrí una parada cardiaca al cruzar la meta de un maratón y estuve cinco días en el hospital, en coma. Y en la segunda fui atropellado por un coche cerca del Parque Romano, cuando me dirigía allí para entrenar. No sé si será una premonición pero ahora creo que quiero vivir el resto de mi vida en este paraíso”.
   Paolo Giammaría (Pescara, 4 de mayo de 1964) saltó a  primera página de la actualidad el pasado 24 de enero cuando tras acabar el Gran Canaria Maratón (puesto número 255) sufrió una parada cardiorrespiratoria pero, gracias a la rápida intervención del equipo médico coordinado por el doctor Luis Espino, salvó la vida: “Todo aquello me ha hecho reflexionar”, confiesa once meses después tras echar raíces en la isla desde el pasado noviembre. “Cuando volví a Milán, donde residía, encontré las mismas caras, los mismos rostros enfadados, porque la gente allí tiene un humor de perros. En cambio aquí todo es diferente: hay una alegría en la mirada de las personas, en su trato; además, esta playa (Las Canteras), este cielo, el clima, ... Me enamoré de Gran Canaria y ahora me siento un isleño más. Todo cuanto me sucedió después del infarto me impactó e hizo que decidiera cambiar mi vida. El cariño con el que fui tratado, las atenciones de todas las personas de la organización atlética, la reacción de la gente por la calle al conocerme, mis nuevos compañeros del atletismo: todo es perfecto. He estado casi un año pensando y he decidido volver con la idea de quedarme para siempre” comenta con una perenne sonrisa en la tarde de Nochebuena.
    El atleta italiano, traductor de profesión, sufrió su propio calvario en el país de procedencia. El incidente de España le obligó a realizar varios test médicos para comprobar su estado físico antes de volver a las rutas atléticas. Sin embargo, padeció un serio contratiempo cuando el responsable médico de la Federación Italiana de Atletismo le retiró su licencia para competir: “lo hizo de forma precipitada porque yo estaba en pleno proceso de exámenes cardiológicos cuando recibí esta notificación que me impide correr en Italia. Me enfadé muchísimo porque unas semanas después el doctor Federico Lombardi, jefe de cardiología del Hospital San Paolo de Milán y también un corredor habitual, certificó que mi corazón está en perfectas condiciones para el deporte. Yo soy un hombre decidido”, prosigue, “y pensé que debía correr de inmediato tras rechazar la idea de empezar un proceso de presentación de recursos en mi país. Miré el calendario y vi que había una prueba de 21 kilómetros en Zagreb (Croacia). ‘Detto fatto’, dicho y hecho. Corrí a principios de octubre y paré el cronó en una hora y 41 minutos. Y más tarde, el 24 de ese mismo mes, realicé la prueba de fuego: mi segunda maratón en Casteldefells (Barcelona). Era un día maravilloso y allí marqué 3 horas y 48 minutos ... dos minutos menos que en la prueba de Gran Canaria”.


SUFRIMIENTO Y PLACER
  Paolo practica el atletismo de fondo desde hace cuatro años: “¿qué tiene el maratón?. Sufrimiento y placer unidos. Es una lucha contra ti mismo. En los últimos kilómetros sientes la necesidad de abandonar porque estás agotado pero a la vez tu mente te pide un esfuerzo para vencer esta agonía. He visto el resumen de la prueba de Gran Canaria y me motiva mucho el calor que los aficionados demuestra a cada uno de los corredores que están en los metros finales. Quiero también sentir esa experiencia porque de mi primera participación no recuerdo absolutamente nada. Ahora sé cuál es mi objetivo para la prueba de enero: bajar de 3:48, pero regulando mi rendimiento. Se puede hacer con un promedio de 5 minutos 50 segundos cada kilómetro. Lo intentaremos.”
  De momento ha debido frenar su puesta a punto después del accidente de tráfico del que, por fortuna, sólo tiene secuelas psicológicas: "siento temor cada vez que voy a cruzar la vía. Fue algo inesperado porque el golpe fue por el costado. No sufrí fracturas, aunque tuvo la espectacularidad de mucha sangre. Volví a nacer". Y volvió a reír.


SENSACIONES
"ME VÍ EN MIGUEL GARCÍA". "Como dije, no recuerdo absolutamente nada de lo que me ocurrió. Pero cuando contemplé la imagen de la parada cardiaca de Miguel García, el futbolista del Salamanca, me vi mí mismo igual aquel día. Fue impresionante. Me impactó mucho su rostro. Esa imagen se me quedó grabada".


CUATRO AÑOS COMO ATLETA. "El atletismo de fondo lo practico desde hace unos cuatro años. Me gusta nadar en mar abierto o esquiar, esto último porque lo practicaba mi padre, al igual que el alpinismo. Vine a hacer el maratón de Gran Canaria porque era el primero de 2010 y quería probar mis fuerzas. Antes había corrido la Milán-Pavia de 33 kilómetros y mi nivel fue óptimo".



"FUÍ DEMASIADO RÁPIDO". "Aún hoy desconozco las razones de lo que sucedió en enero. Creo que fui demasiado rápido en la primera parte de la carrera, en los primeros 25 kilómetros. O quizá no me hidraté correctamente durante la prueba. Lo que provocó la parada es un misterio".



2 comentarios:

  1. Me alegra mucho esta noticia. Como corredor popular, Paolo es "uno de los nuestros". Cuando algún popular tiene un percance en cualquier carrera de la geografía española, todos lo sentimos, porque sabemos que a cualquiera le puede pasar. Es una historia conmevedora. Tendré el placer de correr con él en la próxima maratón de Gran canaria.

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  2. Preciosa historia la de nuestro compañero de fatigas Paolo. Tienes suerte de haber caido en las islas, la gente es muy acojedora. Yo hice la mili en Tenerife y lo puedo atetiguar.
    Salu2 desde Rota

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