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sábado, 11 de diciembre de 2010

LA UD SUFRE SU PRIMER WATERLOO

     Javi Guerrero remata ante la oposición de Lombán (Foto: Raúl Blangette)

El equipo de Jémez se arrodilla en el Estadio de Gran Canaria ante un Xerez notable. El técnico no supo resolver el entramado táctico de un conjunto rival que descodificó a los amarillos desde el minuto 1 al 93

Hay derrotas que no admiten atenuantes. La que sufrió la UD Las Palmas contra el Xerez Deportivo fue justa y contundente. Es el primer serio contratiempo de la temporada en el Estadio de Gran Canaria donde los amarillos han perdido la condición de invictos y también la sensación de ser el conjunto dominante. El cuadro andaluz descodificó desde el principio a su rival superándole en todas las parcelas del campo con un planteamiento táctico que exigía la generosidad en los marcajes y el desgaste en las acometidas. Por ello Jonathan Viera se vio forzado a regatear en solitario una y otra vez rodeado por adversarios, a Javi Guerrero apenas le llegó un balón en posición de remate, Cejudo se aisló en la banda, Pedro Vega no encontró espacios para colgar sus centros que, además, no tenían un destinatario y el esfuerzo del resto del bloque se volcó durante muchos minutos a intentar que los dominios de Barbosa siguieran intactos. Pero la peor versión de la UD sucumbió ante el mejor equipo (en toda la extensión del término) que ha pasado por la isla durante el vigente ejercicio.
    La propuesta del Xerez, dibujada con tres centrales y el juego en acordeón de las restantes líneas, resultó un complejo entramado para Las Palmas. No había vías de conexión porque siempre el cuadro visitante tenía un pieza más.  El Xerez fue dueño del partido y supo avanzar en dirección al meta argentino, quien ya tuvo que esforzarse en la primera parte para resolver varios disparos, incluso un remate al larguero. El graderío premió al portero coreando su nombre en espera de que los acontecimientos dieran un giro de 180 grados. Jémez también confió, quizá en exceso, en los latigazos individuales para resolver el encuentro. Pudo hacerlo porque, a pesar de su inferioridad, la UD pisó área en varias fases del choque. Incluso con un lanzamiento al poste de Ruymán en el inicio de la segunda parte. Habría sido el premio a la osadía pero...

ERROR DE JUANPE
   Cuando parecía que arreciaba la tempestad llegó un error de Juanpe que metió definitivamente al Xerez en el carril del triunfo. Oscar Díaz cortó el balón y lo coló bajo las piernas de Barbosa. El penalti cometido por David García, instantes después, sentenció la contienda. El 0-3 compensó la ambición del veterano José Mari en la recta final. Y menos mal que todo quedó ahí. La reacción del banquillo grancanario fue tardía e insuficiente porque el equipo estaba roto, como no se había contemplado antes, en su templo.
   El resultado tan contundente pone al entorno del proyecto en la barra de equilibrios. Sortear un golpe tan duro será una prueba para el colectivo. El público dio la primera muestra de madurez: a pesar del castigo a que estaba siendo sometido aguantó en alto número el tipo y no hubo reproches tras la conclusión. Quizá entiende que la derrota es asumible e ilumina facetas de un proyecto que aún han de madurar. Incluso para quien toma las decisiones en el campo de batalla.

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