Juan Manuel Rodríguez instruye a David González en el intento de rematar el encuentro, en la recta final. Quiroga se prepara para salir al terreno de juego. (Foto: Mykel) |
Juan Manuel Rodríguez acierta a modificar la capacidad de la UD Las Palmas con los relevos de banquillo y cambios de sistema en el transcurso de los encuentros
Todo empieza a encajar. Las segundas partes de la era Juan Manuel están llenas de contenido. Hay un 'modus operandi' en la UD que ha reaccionado en la competición y cuya afición abandona las tabletas de ansiolíticos previstas para un final de Liga que se presumía difícil. Existe en los encuentros una fase de desgaste en los primeros periodos, que suele ser amplia, tras la que el técnico grancanario ha ejecutado cambios que han surtido efecto, con desenlaces globales que favorecen los intereses de su equipo. El banquillo funciona o, mejor, las soluciones aplicadas en cada una de las circunstancias.
En los encuentros exitosos de Juan Manuel (un empate y cuatro triunfos consecutivos) el técnico ha cambiado el panorama alterando piezas y dibujo del equipo. Caso aparte es la derrota ante el Betis, donde Las Palmas no existió y menos desde que encajó el primer tanto de Rubén Castro a los cinco minutos. Sin embargo, contra el Recreativo una semana antes ya se comprobó que Juan Manuel no está a la espera de acontecimientos. Al descanso, con 0-1 en el marcador, relevó a un titubeante Randy para introducir al hombre del empate, Quiroga. Y Las Palmas incluso llegó a optar a un triunfo que se esfumó aunque no el valioso punto.
De igual forma, el segundo tiempo ante el Valladolid ya ofreció a una UD mejorada que amplió su ventaja sobre los pucelanos hasta el 2-0 y rectificó la imagen algo timorata de la primera mitad. Las entradas de Pollo, Quiroga y Armiche brindaron mayor consistencia ante un rival cotizado. En el 0-1 de Albacete, los cambios realizados tuvieron el cometido de proteger el gol en propia puerta de Baró. En el Carlos Belmonte apareció Aythami en el centro del campo por Josico como novedad más destacada.
En los dos últimos triunfos en casa, el banquillo ha tenido una influencia determinante. El 1-0 a la Ponferradina tiene su origen en las decisiones del entrenador. A los 39 minutos, en pleno atasco amarillo, Juan Manuel opta por relevar a un centrocampista (Aythami) y jugar con un doble ariete (introduce a Quiroga). El gol de la noche se origina cuando aparece en escena Jonathan Viera y combina con el argentino. Las Palmas era ya entonces el equipo que aspiraba al triunfo.
Javi Guerrero, agarrado por Acciari, lanza el contragolpe letal del 2-1. Espera la jugada Quiroga, que la prolongará hasta Pedro Vega, fuera de imagen. (Foto: Mykel) |
Y en la noche del viernes, contra el Elche, se completa la reacción con la aparición de David González y Quiroga. Las Palmas derribó al enemigo más en forma con un trabajo colectivo que empezó en Barbosa y acabó en el ausente Jonathan Viera: todos enchufados.
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Inolvidable TONONO y los estupendos Martín, León y VERA PALMES.
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