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Escudo labrado en piedra que decora la Grada Sur, una tribuna del Estadio Insular que desaparecerá en el futuro parque urbano. (C. Torres) |
El reportaje emitido por Canal Plus a nivel nacional, desnudando la vergonzosa estampa que ofrece un emblemático inmueble como es el Estadio Insular, ha levantado ampollas. La herida es mayor aún si cabe. Y no será porque en distintas ocasiones, entre ellas en esta joven Tinta Amarilla, se ha denunciado la degradación de la que es objeto el recinto deportivo ante la pasividad de nuestras instituciones. ¿Nadie se sonroja?. En las fotografías que publicamos en el reportaje 'Estadio Insular, zona cero', no pudimos incluir algo que era perceptible a pocos metros de distancia de aquellos muros: el olor. Tampoco nos esforzaremos en describirlo en estas líneas. Las frases de José Manuel León, Germán, Ernesto Aparicio (que todos los días lo observa desde el ventanal de su vivienda familiar), Gilberto y Paco Castellano fueron contundentes en el EL REPORTAJE DE RAÚL RUIZ. Todo el país sabe ahora cómo despreciamos lo que más queríamos.
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El escudo gemelo de la Grada Naciente, fachada que
será retocada. (C. Torres) |
Nos ha preocupado de igual forma algunas notas sueltas que hemos averiguado después de realizar la inspección al recinto. En Pío XII no tienen noticias de algunos elementos ornamentales que existían en el viejo Estadio, entre ellos un escudo (de grandes dimensiones) de Gran Canaria que lucía en la parte superior del palco de autoridades. Una obra de arte de la que se desconoce su paradero. Y existe preocupación igualmente con los dos escudos labrados en piedra que decoran las gradas Sur y Naciente, habida cuenta que una de ellas (Sur) será derribada en su totalidad, según el proyecto previsto para el parque urbano, y la otra sufrirá modificaciones. Los objetos extraviados, extraviados están salvo que sean devueltos como ocurrió con el famoso banderín de la Copa del Rey, hecho debidamente denunciado por quien les escribe en las columnas de La Provincia/DLP. Allí contamos con el estimable apoyo del veterano periodista Antonio Cruz Domínguez quien en público solicitó la devolución del histórico gallerdete al club que le pertenecía. Esta súplica no cayó en vacío. Ahora, que aún sentimos vergüenza en nuestras carnes por lo que ha exhibido Canal Plus, no estaría mal tomar nota de lo que aún se puede salvar del viejo Insular e incluirlo en el catálogo de objetos (incluso los decorativos) que puedan tener cabida en el que sin duda sería el merecido museo de la UD Las Palmas, o prácticamente lo que es lo mismo, del fútbol canario.Bravo de Laguna, el candidato del PP a la presidencia del Cabildo, pronunció esta semana una frase con mucho contenido al referirse precisamente a los dos estadios de fútbol principales de la capital: "Gran Canaria se ha convertido en el campeón de las cosas a medio hacer", dijo. Nosotros añadimos "y abandonadas". Estamos a tiempo de recomponer nuestra historia diseminada, como hace con tanto esfuerzo Antonio De Armas y su equipo de colaboradores.
ayer vi el video, y se me saltaron las lágrimas. ver la cara de esos jugadores históricos descorazonados por lo que se ha convertido el estadio que tanta historia tiene detrás fue tristísimo.
ResponderEliminary que se vaya a hacer un parque con aparcamientos subterráneos también es triste, aunque por lo menos estará limpio de porquería, olores y malas hierbas.
saludos.
saludos.
Lo del estadio Insular no tiene nombre,para mí una vergüenza donde quieras que lo mires,ahora yo le pediría a quien tiene esos recuerdos que los devuevan,yo que me considero amarilla hasta la médula jamás me atrevería a tener unos de esos recuerdos enterrado en mis cuatros paredes ,ya que no me pertenecen a mi,pertenece a un colectivo y lo más honesto es tenerlos donde se pueda admirar por todos, donde todos podamos ir y llevar a los más pequeños contandoles un poco de nuestra historia,saludos,Ana Perez.
ResponderEliminarSólo por dignidad Historica ese recinto donde la sociedad gran canaria se reunió durante tantos años para vivir unida grandes momentos, no merece que se derribe ni un sólo muro de él. Matulero
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