Pedro Vega y Sergio Suárez elevan su participación y prestaciones en la nueva etapa. Y el público les premia con sendas ovaciones individuales
El rendimiento de la UD Las Palmas ha dado un vuelco espectacular a nivel colectivo. Los resultados aligeran cargas y existen algunos jugadores que de manera especial también notan en su producción personal este alza. Nos fijamos ahora en dos futbolistas grancanarios a los que el técnico Juan Manuel Rodríguez ha rescatado para el tramo final de la competición: Pedro Vega y Sergio Suárez. Ambos están resultando determinantes y han cobrado un protagonismo que apenas tenían hace apenas un mes y medio.
Pedro Vega ha elevado su promedio de participación en las seis últimas jornadas, cuatro de ellas como titular (coinciden también con los cuatro triunfos consecutivos). Anotó un gol importante y añadió tres asistencias a sus compañeros, una faceta en la que ya con Paco Jémez se había consolidado como líder del grupo. Las Palmas ofrece ahora con él la sensación de ser un conjunto que vuelve a tener banda izquierda, perdida tras la lesión y posteriormente marcha al Osasuna de Alvaro Cejudo.
El gemelo Sergio llegó a desquiciar a Paco Jémez que, en unas declaraciones en vísperas a su destitución, llegó a confesar que "me tiene cabreado". En sus cinco presencias con Juan Manuel (todas como titular y ausente un partido por sanción) ha elevado su participación en el juego, con nuevos matices de sacrificio. No está tan brillante en el gol, pero su generosidad se aprecia tanto en el despliegue como en el repliegue. Su atrevimiento en las acciones individuales recogerá sus frutos tarde o temprano.
Pedro Vega fue premiado con una ovación cerrada el pasado viernes, contra el Elche. A Sergio le pasó lo mismo frente al Valladolid. La estima de ambos crece en el proyecto actual y en el venidero. En el resurgir de los dos estiletes grancanarios habrá una cuota de mérito para el entrenador que ha sido capaz de rescatar a futbolistas que brindan al equipo un plus de calidad. Y no sólo ellos: cuando todo comienza a funcionar es porque el timón está en buenas manos.
Es importante premiar como se merece un jugador cuando se entrega ya sea por unos colores o por profesionalidad, cuando lo hacen mal y vemos que no hay entrega ni pasión tambien le mostramos nuestro enfado y a veces de una forma poco ética,por lo tanto hay que ser justos,saludos
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