¿CON QUÉ ARMAS SALE A COMPETIR EN EL FÚTBOL PROFESIONAL LA UD LAS PALMAS?

Vista aérea de Barranco Seco: un campo de fútbol y un barracón ...

Si el Cabildo de Gran Canaria accede a llevar a la práctica el proyecto de construir una Ciudad Deportiva en Siete Palmas (tres o cuatro campos auxiliares), el club amarillo dispondría de instalaciones a nivel de las del Numancia, Alcorcón, Getafe, Celta o Tenerife

"Lo más importante de poseer una buena cantera es darle salida en la plataforma del primer equipo. Si no es así, el trabajo de la cadena pierde sentido", afirma el director de captación de la UD Las Palmas, Manuel Rodríguez 'Tonono', cada vez que se le pregunta por el éxito del club que de nuevo ha apostado con decisión por los productos de su inagotable fábrica. El milagro actual del representativo grancanario está en los genes de sus futbolistas, no en las instalaciones donde se  pulen los nuevos valores. "¿Qué es la UD Las Palmas?", preguntaba con un fin reflexivo el presidente Miguel Ángel Ramírez en una charla reciente con ex consejeros, en los prolegómenos de un encuentro de Liga. "Somos un campo de fútbol, un barracón y una sede social que se nos ha quedado obsoleta", sentenciaba. Se refería a los dominios del club en Barranco Seco y a la sede social de Pío XII, las mismas posesiones no evolutivas de la entidad que genera una cantera tan productiva a pesar de que vive hoy con las mismas dificultades de hace tres décadas.

  La propuesta de la UD Las Palmas de trasladar hasta Siete Palmas el centro de operaciones de su cadena de producción es algo más que una ilusión; se ha convertido en una necesidad. Para el club es un calvario año a año darle cobertura a los más de 250 jugadores federados que tiene bajo sus alas, distribuidos en su mayoría entre los campos de Jinámar y Marzagán donde deben compartir instalaciones. El campo anexo del Estadio de Gran Canaria ofrece una  aportación insuficiente, ni siquiera un alivio, pues desde el momento de su puesta en marcha no aligera una demanda que es muy superior a la frágil oferta cabildicia. Produce rubor comparar las instalaciones que tiene a su alcance el club grancanario con las dotaciones que disponen otras entidades de la Liga Profesional, cuya producción propia podría considerarse ridícula en relación a la de la UD. Si Las Palmas logra que el Cabildo reorganice las parcelas de Siete Palmas lograría ponerse a la altura de clubes como Numancia, Getafe, Celta o Tenerife: ese es el objetivo. Pero aún quedaría muy lejos aún de las principales apuestas de cantera del fútbol nacional.

NO VA TRAS LA ESTELA DE LOS GRANDES

No se trata, en cualquier caso, de seguir la estela de las instalaciones del Real Madrid en Valdebebas o del FC Barcelona; ni siquiera el extraordinario complejo de El Mundo del Fútbol (8 campos de césped natural, 2 de superficie sintética, seis de fútbol siete, etc...) o los 111.700 metros cuadros de la Escuela sportinguista de Mareo (ocho campos naturales). Se aplaude la osadía de la cantera del Villarreal que se desarrolla en unas extraordinarias instalaciones que disponen tres campos de hierba natural, dos artificiales, varios de fútbol once o fútbol cinco. Ni es el intento de alcanzar al Valencia, ni siquiera al Betis o Sevilla, con dos ciudades deportivas y producción filial admirada en todo el país. Nada digamos de las escuelas de Lezama o Zubieta, orgullo del Athletic de Bilbao o Real Sociedad.

  Nada de ello es lo que pretende la UD Las Palmas, aunque lo merece. El club grancanario aspira con su discreta petición, en cualquier caso, a dar alcance a clubes que competirían actualmente codo a codo con los amarillos.  Pongamos ejemplos:

CD Alcorcón: un campo de hierba natural, dos articiales y tres de fútbol siete, distribuidos en 350.000 metros cuadrados en la Ciudad Deportiva de Santo Domingo.

Real Valladolid: un rectángulo de hierba natural y dos sintéticos en las instalaciones auxiliares, donde la UD Las Palmas llegó a disputar partidos contra el filial pucelano en Segunda B.

CD Tenerife; 100.000 metros cuadrados en La Laguna, propiedad del Cabildo, para cuatro campos de juego (uno de hierba natural).

RC Celta: dos instalaciones naturales y otras dos artificiales en A Madroa.

RCD Mallorca: cuatro campos de hierba natural.

Getafe CF: Tres campos de hierba natural y otras instalaciones previstas en un proyecto de ampliación.

CA Osasuna: un campo natural, otro artificial y cuatro de tierra (arena) en Tajonar.

CD Numancia: dos de hierba natural, uno artificial y otro de fútbol siete.

Real Zaragoza: cuatro campos de hierba natural y uno artificial.

La propuesta de la UD Las Palmas en Siete Palmas: cuatro campos de fútbol auxiliares, que quedarían en tres si no se le encuentra una ubicación adecuada a las instalaciones actuales de hockey hierba.

   Hiere comprobar, incluso, que clubes tradicionales de la Segunda División B puedan disponer de mejores plataformas deportivas que el representativo grancanario, una entidad que además conserva un convenio de colaboración con medio centenar de clubes isleños para controlar más de diez mil jugadores aspirantes a lucir la elástica amarilla. Ese es el verdadero reto del consejo presidido por Miguel Ángel Ramírez que plantea con este proyecto un asalto al futuro ajeno quizá a los aleatorios caprichos de un balón.