Las Palmas encadena ante un buen Elche su cuarta victoria con un partido en el que no perdió el sentido asociativo y la intensidad en el juego. El nombre de Pedro Vega fue coreado por los aficionados tras firmar el gol de la remontada
Asociación e intensidad. Esos dos términos extraídos del manual de Juan Manuel Rodríguez y aplicados en el terreno de juego construyen una losa de cemento a las cada vez más tangibles opciones de permanencia de la UD Las Palmas. La asociación se relaciona con el sacrificio colectivo y permite el desbloqueo del fútbol que enfermó en los días finales de Paco Jémez en el club amarillo. La intensidad se exhibe del primer al último amarillo, desde el minuto 1 al 96, sin bajar la guardia. Esos ingredientes hacen crecer a la UD Las Palmas en el tramo de la competición donde ha logrado cosechar su cuarta victoria consecutiva y rescatar la sensación de euforia (esta vez contenida) entre sus parroquianos. En cuatro semanas el equipo de Juan Manuel ha logrado hacer pleno y meterse en las aguas tranquilas de la clasificación, donde podría navegar confeccionando su próximo proyecto.
Asociación e intensidad (bis). La jugada del 2-1, la que selló la victoria ante un excelente Elche, es una muestra de ello. El equipo grancanario se arropó sin fisuras para defender una falta sobre su portería, el robo inmediato del balón alcanzó la posición de Javi Guerrero, que se resistió a ser derribado por los zagueros que intentaron abortar el contragolpe. Con la punta de la bota buscó un compañero, un aliado, para prolongar una jugada que ya en su origen parecía letal. Encontró a Quiroga quien, de nuevo, hizo un esfuerzo para evitar la falta táctica ilicitana. El argentino, acostumbrado a recibir, fue esta vez el que proporcionó. Encontró al siguiente eslabón y su pase 'in extremis' resultó perfecto. Brindó la galopada a Pedro Vega en dirección al meta Jaime a quien fusiló coronando la noche en el Gran Canaria, donde la UD vuelve a dejar otra pesada carga y galopa hacia la permanencia.
La felicidad de Quiroga y Vega, partícipes de la jugada decisiva del partido (Foto: Mykel) |
Y, para colmo, otro fiasco para desanimar augurios detractores: 12.682 en las gradas, un millar más que en la última jornada, en noche fría, viernes laboral y atascos en las arterias del estadio.
Excelente cronica,muy, muy feliz resultado.La metamorfosis de la UD. en estas seis semanas son dignas de estudio.
ResponderEliminarC.Cardenes