El legendario jugador carioca del Sevilla FC parte el año 2011 en Gran Canaria mientras descubre su inclinación hacia el fútbol que está realizando esta temporada la UD Las Palmas
Carlos Alberto Gomes, Pintinho, el ex jugador brasileño ídolo de la afición del Sevilla, cruzó la frontera de 2011 en Las Palmas de Gran Canaria. Casado con la grancanaria Alicia Suárez, abogada criminalista, Pintinho disfruta del fútbol español desde que llegó al país hace tres décadas para incorporarse a las filas del club hispalense. Y, tras años de travesía observando a generaciones de jóvenes futbolistas, ahora confiesa haber encontrado un nuevo equipo que sacia sus gustos balompédicos: “cuando televisan un encuentro de la UD Las Palmas”, señala, “se convierte en mi primera opción porque es uno de los conjuntos cuyo juego más gustan actualmente. Aquí se entiende el fútbol como en mi país: para divertirse. El juego de brasileño y el canario tienen mucho en común y yo me siento identificado siempre con ambos. En la Península ha calado muy fuerte ahora el estilo del equipo amarillo. Es normal que pierda algunos partidos, incluso con goles encajados que parecen de categoría juvenil. Hay mucha experiencia en Segunda División y eso se puede pagar con una plantilla tan joven. El equipo de Jémez está en un proceso de crecimiento y, si logra recuperar el nivel que ha exhibido, dará mucho que hablar todavía”.
Pintinho (25 de junio de 1954, Río de Janeiro), que ahora ejerce como entrenador, dialoga abiertamente en presencia del secretario técnico del club grancanario, Toni Cruz, y del periodista de la entidad, Pedro García: “No sé cómo juega el Tenerife. Su estilo guarda la tradición de los conjuntos de Segunda; no es lo mismo que lo realizado por Las Palmas”, puntualiza. “Ya le he dicho a Toni que va a ser muy difícil mantener a algunos futbolistas que han llegado esta temporada a la primera plantilla de Las Palmas. Sé de buena tinta que les están siguiendo con mucho interés y el Sevilla es uno de esos clubes. Me refiero especialmente a Jonathan Viera: ¡qué maravilla de jugador!. Ese fútbol que practica, los cambios de ritmo, los regates, … hacía tiempo que no lo veía. Es un Romaritinho … tiene algunas cosas también de Butragueño. El otro chico, el que se lesionó, tiene un gran sentido de la verticalidad. Jonathan y Vitolo no parecen españoles: son brasileños. El público debe disfrutar de este fútbol hasta que un día se marchen porque su destino puede estar en otro lugar. Así son las leyes del mercado actual”.
CON MUÑOZ Y MORETE
CON MUÑOZ Y MORETE
Pintinho es un histórico del fútbol carioca tras pasar por Fluminense y Vasco de Gama antes de llegar al Sevilla FC: “Mi traspaso fue por 34 millones de pesetas de la época, una cantidad muy alta. Allí coincidí con Morete y Miguel Muñoz, que venían de Las Palmas precisamente. Me acuerdo bien de los encuentros contra Las Palmas. Félix me marcaba y era un coñazo. Me pegaba patadas por todos lados. Recuerdo que el equipo amarillo siempre ofrecía cariño al balón y destaco especialmente a Juani y a Pepe Juan. Me parecían dos futbolistas que eran los que marcaban diferencias en aquella época. También me gustó mucho la etapa cuando estaba Koke Contreras”.
De sus andanzas por la isla rememora también un partido con el Cádiz, equipo al que defendió tras abandonar el Sánchez Pizjuán. “Una vez vinimos en carnavales y tras jugar el encuentro contra la UD , nos pusimos de acuerdo todos los jugadores para salir a un baile que había en el Hotel Iberia. Algunos no necesitan disfraces … (risas). Fueron al baile Contreras, Félix, Benito y algunos más, mientras también acudieron los hermanos Mejías, el chileno Hurtado, yo … siete u ocho del Cádiz que entonces dirigía David Vidal. Lo pasamos muy bien aquella noche".
'FLU', LA MÁQUINA
En su país natal, Pintinho tuvo la suerte de galopar entre dos generaciones de extraordinarios futbolistas. De una parte, conoció la etapa liderada por Rivellino en la selección canarinha, con Paulo César. “Éramos los jugadores que componíamos el centro del campo del Fluminense. Magníficos compañeros a los que tuve ocasión de acompañar. “Alguien tiene que correr”, me decía Paulo César. Al ‘Flu’ de mi época le llamaban ‘la máquina’. En la delantera teníamos a Gil y Dirceu. Sin embargo se nos escapó dos veces el campeonato estatal de Brasil perdiendo dos semifinales en Maracaná, frente a Internacional de Porto Alegre y Corinthians. Fui un afortunado: en el Fluminense tuve como entrenador a Didí y Mario Zagalo. Un lujazo”.
RECUERDOS
220.000 PERSONAS EN MARACANÁ. "Cuando llegué a España la gente me preguntaba si sentía presión en los partidos. ¿Presión?, ¿cómo?. Yo jugué el encuentro récord de afluencia en la historia del fútbol mundial: 220.000 personas en Maracaná, en un Fla-Flu (Flamengo-Fluminese). Faltaban pocos minutos, iba cero a cero, y Paulo César lanzó un disparo que se fue a un poste, luego al otro y al volver el balón al campo se apagó la luz. El Flamengo era el equipo local y no quería la derrota porque estaba en juego el Campeonato Carioca. Así eran los trucos del fútbol de antes. El partido se suspendió con ese resultado".
LA 'PELADA' DE NAVIDAD. "En las fiestas navideñas nos reunimos los ex jugadores internacionales para disputar una 'pelada' (partidos amistosos de exhibición) que antes era en la playa de Copacabana y ahora es en campos de fútbol. Es un espectáculo. Este año no he ido y hemos pasado aquí las fiestas. A Río de Janeiro iré esta vez en carnaval..."
En su país natal, Pintinho tuvo la suerte de galopar entre dos generaciones de extraordinarios futbolistas. De una parte, conoció la etapa liderada por Rivellino en la selección canarinha, con Paulo César. “Éramos los jugadores que componíamos el centro del campo del Fluminense. Magníficos compañeros a los que tuve ocasión de acompañar. “Alguien tiene que correr”, me decía Paulo César. Al ‘Flu’ de mi época le llamaban ‘la máquina’. En la delantera teníamos a Gil y Dirceu. Sin embargo se nos escapó dos veces el campeonato estatal de Brasil perdiendo dos semifinales en Maracaná, frente a Internacional de Porto Alegre y Corinthians. Fui un afortunado: en el Fluminense tuve como entrenador a Didí y Mario Zagalo. Un lujazo”.
RECUERDOS
220.000 PERSONAS EN MARACANÁ. "Cuando llegué a España la gente me preguntaba si sentía presión en los partidos. ¿Presión?, ¿cómo?. Yo jugué el encuentro récord de afluencia en la historia del fútbol mundial: 220.000 personas en Maracaná, en un Fla-Flu (Flamengo-Fluminese). Faltaban pocos minutos, iba cero a cero, y Paulo César lanzó un disparo que se fue a un poste, luego al otro y al volver el balón al campo se apagó la luz. El Flamengo era el equipo local y no quería la derrota porque estaba en juego el Campeonato Carioca. Así eran los trucos del fútbol de antes. El partido se suspendió con ese resultado".
LA 'PELADA' DE NAVIDAD. "En las fiestas navideñas nos reunimos los ex jugadores internacionales para disputar una 'pelada' (partidos amistosos de exhibición) que antes era en la playa de Copacabana y ahora es en campos de fútbol. Es un espectáculo. Este año no he ido y hemos pasado aquí las fiestas. A Río de Janeiro iré esta vez en carnaval..."
"STIELIKE ME ODIABA". "Yo tenía un regate como la 'cola de vaca' de Romario. Lo practicaba mucho y me salía bonito. Se lo hice en una ocasión a Uli Stielike -jugador alemán del Real Madrid- y a partir de entonces me odiaba. Lo notaba cada vez que nos enfrentábamos".
El Fluminense de finales de los años setenta: la 'máquina' de Río de Janeiro. De pie, de izquierda a derecha: Renato, Carlos Alberto Torres, Edinho, Carlos Pintinho, Miguel y Rodrigues Neto. Agachados: Gil, Paulo César, el argentino Doval, Rivellino y Dirceu. (Foto: archivo personal de Pintinho)
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