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viernes, 21 de junio de 2013

LOS 8 MINUTOS MÁS DUROS DE PEDRO VEGA


Una tarde de la campaña 1997-98, el equipo profesional de UD Las Palmas realizaba el tradicional partidillo de ensayo contra los juveniles de la entidad, con la tribuna del Estadio Insular nutrida de aficionados. No sólo querían ver las evoluciones de un aspirante al ascenso a Primera que ofrecía una excelente melodía futbolística a las órdenes de Mariano García Remón. Acudían a observar también a un zurdo rápido, ágil y con buen disparo que movilizaba al equipo filial y del que se hablaba mucho en las tertulianas del Viena. Era Pedro Vega una joya venida de San Mateo que estaba ganando reputación entre la hinchada amarilla. El partidillo no se recordaría si no fuera por varias jugadas vibrantes de Vega, metido entre líneas y haciendo diabluras entre los profesionales hasta que uno de los experimentados zagueros del primer equipo, Sebastián Herrera, le hizo una entrada aleccionadora que puso en pie a toda la grada, enojada. También a su propio entrenador.
Entonces era Pedrito ... quizá el jugador con más carisma de aquella camada, a quien el 5 de diciembre de 1998 Paco Castellano hacía debutar con la primera plantilla, en un 0-0 acaecido en el Estadio Colombino de Huelva. Llegaba a la UD Las Palmas una de las mejores zurdas de los últimos años. Un jugador carismático que tuvo que luchar siempre contra montañas para intentar ser profeta en casa. Las cualidades de Pedro Vega nunca fueron cuestionadas y siempre mantuvo con el balón una magia. Vega le hablaba al oído al esférico y el éste se iba buscando los ángulos de las porterías rivales o al compañero al que iba dirigido el mensaje del gol.
Pedro Vega, quince temporadas después de su debut, se despide de la UD Las Palmas, el equipo al que defendió en dos ciclos distintos y cuyos técnicos, de alguna manera, parecieron siempre resistirse a creer en él. Vega se marcha con la sensación de que hizo todo lo pudo por ganarse un hueco mejor en la historia de la UD Las Palmas y quizá por ello los 8 solitarios minutos que decoran su aportación personal en el último ejercicio de Liga no se ajustan al relieve que este futbolistas pretendió ofrecer en la entidad grancanaria.
El de 2012-13 es el año más duro a nivel estadístico de Pedro Vega como jugador amarillo, iniciado en aquel momento por Castellano, más tarde seguido por otros entrenadores. Sus diferencias con Sergio Kresic resultaron insalvables, al entender el técnico hispano-croata que el físico de Vega no se ajustaba a sus exigencias. Su mejor temporada, sin duda, se produjo a las órdenes de Yosu Uribe, donde se convirtió en el referente de banda izquierda y en el hombre de las jugadas ensayadas -comprobar datos en esta misma página-. Y su contribución en la campaña 2010-11, firmando sociedad con el argentino Mauro Quiroga, queda reflejada en la estadística de asistencias al ser el jugador que más pases de gol proporcionó en aquel proyecto de salvación.
Con Sergio Lobera ha vivido Pedro Vega su temporada más dura. Sólo una actuación de ocho minutos, frente al Lugo, se contempla en la Liga, al margen de dos encuentros más de Copa en los instantes finales. La última presencia de amarillo se localiza el 13 de diciembre de 2012, en el empate 1-1 de Copa frente al Betis, en el Estadio de Gran Canaria. Y el último gol lo firmó el 3 de abril de 2011 en la portería del Elche.
En total, Pedro Vega jugó 111 encuentros oficiales en la UD Las Palmas (7 de Copa) con un total de 11 goles propios (1 en Copa).
Así es el adiós de Pedro Vega al club que le llevó al fútbol profesional. En Ejido y Levante, donde firmó magníficas campañas, comparten la tristeza de una despedida que merecía una alfombra.

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