Seis implicados y cinco decisiones en cuatro jornadas. La inminencia del campeonato de Liga para el Elche deja en un mes el apasionante final para la zona de élite 2012-13 de Segunda División. La cuenta atrás ya está y camina hacia un big bang del que solamente un conjunto quedará fuera de órbita.
Los cálculos sobre las combinaciones posibles son abundantes aún pero la UD no tiene garantías de al menos alcanzar la promoción si no es capaz de aproximarse con triunfos en los siguiente peldaños. Quizá por ello la sensación que deja su paso por Huesca, donde encontró a un rival atenazado por el miedo a la derrota, es incompleto, si bien la diferencia final estuvo en lo que la pierna de Zabal evitó: dos ocasiones reales en 90 minutos, ambas de Thievy y ambas también rechazadas por el portero del equipo oscense.
Pero no hay tiempo para nuevos partidos sin condimentos. El 0-0 inmoviliza a Las Palmas, que conoció después el pinchazo similar de su perseguidor Ponferradina. Este final de Liga necesita pimienta para un equipo que tiene una sexta plaza que defender y cuatro posiciones a las que todavía puede aspirar, que mejorarían su perspectiva frente al objetivo deseado. Llegó el momento que su afición ha esperado desde hace once años; el momento de echar el resto sin reservas.
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