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| Valerón, abrazado por sus compañeros del Depor. |
El día que Juan Carlos Valerón abandonó en 1997 la UD Las Palmas para firmar por el Real Mallorca, sin atender a las intenciones del club grancanario para retenerle, dejó puertas abiertas y la esperanza de que quizá tendría un billete de retorno. Si quedaba alguna remota posibilidad este miércoles desapareció. Valerón acompañó en una rueda de prensa en La Coruña al presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, para anunciar que prorroga una campaña más su estancia en el vestuario deportivista y que tras colgar las botas se incorporará al cuerpo técnico del club gallego. Ese es el epílogo profesional para el talento grancanario, camino de los 36 años de edad, que ha cuajado sus mejores temporadas con la elástica del Deportivo. Allí tendrá todavía como compañero a Manuel Pablo, que ha cubierto la cláusula de renovación de una temporada pero de quien el presidente gallego cree que aún tiene gasolina para seguir hasta junio de 2013. El lateral de Bañaderos presenta una trayectoria DE RECORD en la historia del fútbol canario dentro de la Primera División.
Lendoiro calificó a Valerón como "el gran fichaje de la historia del Deportivo, por su forma de entender el fútbol y la vida". Y el centrocampista grancanario le contestó diciendo que "fue Dios quien me trajo a La Coruña, que es donde quiero estar".
Ambos tienen, no obstante, un difícil cometido inmediato: salvar al Deportivo del naufragio de un descenso que amenaza en la caída del telón de la vigente campaña.
Y la Unión Deportiva lo dejo marchar a Mallorca porque decia que no tenia futuro. Se ve que los adivinos viven lejos de Canarias
ResponderEliminarAclaración sobre el mensaje: Al finalizar la temporada 1996-97 (primera del retorno de la UD Las Palmas en Segunda A) Juan Carlos Valerón declinó la oferta de continuidad de la UD Las Palmas. La había condicionado al ascenso del equipo a la Primera División, después de su debut y de su arribo internacional. Fichó por el Mallorca.
ResponderEliminarNo deja de ser cierto que en el equipo canario no hubo confianza en los jugadores locales. Trece futbolistas del exterior, contratados a golpe de talón, debutaron en aquel ejercicio.