Tres conceptos maneja la dirección deportiva de la UD Las Palmas para calificar la plantilla que se ha confeccionado para la recta final de la Liga en Segunda División: completa, amplia y profunda. Así lo definió Toni Cruz al presentar al último de los refuerzos, Tato Rodríguez, que complementa las prestaciones que añade Andy Pando. Fueron los dos nombres finales que se incorporan al esfuerzo del consejo de administración de dotar a Sergio Lobera de las herramientas con las que abordar el intento de ascenso a Primera.
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| Tato Rodríguez (C. Torres) |
Los dos puestos cubiertos en esta selectividad de enero son jugadores de ataque; dos conceptos distintos pero con un factor común: la experiencia. Porque Pando y Tato son futbolistas maduros si bien el rodaje de cada uno es distinto.
Pando llega con machete entre los dientes para conocer una nueva jungla para él, como es la Liga Profesional española. Tiene que aplicarse en coger el ritmo y encontrar las soluciones que su fútbol requiere en un nuevo medio donde se exige concentración y puntería. Pero algo muy bueno ha debido ver en él su entrenador cuando, sin apenas realizar pretemporada, una semana después de su llegada debuta unos minutos y ante la mejor defensa del campeonato. Tato, por su parte, no es un valor a descubrir, sino todo lo contrario. Es un jugador que conoce bien el escenario donde actuará los cinco últimos meses. Pero ambos, como el propio club, afrontan esta etapa decisiva con hambre de éxitos. El matrimonio promete.
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