Así es la Unión Deportiva; lo lleva en su ADN. Es capaz de ofrecer un rendimiento general distinto en pocas semanas. De ser un equipo al borde del caos, con un elevado promedio de goles en contra, apático y sin mordiente, de poner en el filo de un abismo a los gestores de un proyecto, ... pasa a desatar una euforia contenida, a convertirse en un equipo imperturbable para sus rivales y a fraguar alegrías que le cambian la cara a cualquiera. Ese viento actual es el correcto, con todo un colectivo en una sola dirección que pasa de un hemisferio a otro de la clasificación. Y empieza por donde reclamábamos: fabricar una coraza para no sufrir más contratiempos.
Nauzet Alemán (C. Torres) |
El alma de la UD Las Palmas en el mes de noviembre se ha vuelto la de un equipo ganador. Ahora mira con ambición su inmediato calendario y éste le sitúa ante los seis puntos de oro consecutivos, ambos en el Estadio de Gran Canaria. Ganar al Xerez y al Córdoba merece un esfuerzo en la grada, merece borrar sinsabores y ponerse a soplar todos un poquito desde la tribuna, para que estos alisios no cesen.
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