Una de las escenas más confusas del encuentro disputado
frente al Castilla se produjo a los 66 minutos cuando, con 0-2 ya en el
marcador, Sergio Lobera decidió relevar a Vicente Gómez, aquella noche capitán
de los amarillos por ausencia de los habituales. Los instantes que se vivieron
en el momento de la salida del zurdo centrocampista nos sirven quizá como
escaparate de lo que puede estar ocurriendo a la UD Las Palmas en este tramo
lleno de baches del que no logra salir. Veteranos del equipo que estaban en el
terreno de juego renuncian a coger el brazalete, que acaba en manos del
debutante en la Liga, Leo, y éste pregunta a Asdrúbal. Y ante la incertidumbre
del resto, ambos estuvieron al borde de asumir tal responsabilidad. Por fin
Ángel López acaba siendo la extensión en el campo del cuerpo técnico tras unos
minutos de absoluta perplejidad.
Ese detalle del brazalete no dibuja con exactitud el
problema que puede estar padeciendo por dentro la UD Las Palmas, ni lo
pretendemos. Pero la respuesta colectiva tan titubeante corre paralela al
desarrollo del partido que los mismos protagonistas ofrecieron este fin de
semana, ... y en las fechas que precedieron. El 'caso brazalete' no deja de ser
anecdótico, aunque creamos que los conjuntos deportivos tienen siempre
mecanizados todos los episodios posibles de un encuentro. Incluso el relevo del
capitán, que era el primero en no saber qué hacer.
Todo ello sucede antes de que Sergio Lobera expresara que
lo que le está ocurriendo al equipo está en la cabeza de los propios
futbolistas. Peligrosa conclusión incluso para el propio emisor del mensaje. Un
equipo bloqueado a nivel colectivo e individual acaba por señalar
responsabilidades, con el peaje tradicional que no es capaz de eludir consejo
de administración alguno, porque escucha de manera creciente la opinión que va
adquiriendo la mayoría de sus aficionados. Esa invisible ley está ahí y tarde o
temprano se aplicará, como siempre ha ocurrido.
Apenas unas horas después, el fin de semana nos muestra
un escenario antagónico y con otro entrenador hablando de la mentalidad de sus
jugadores. Era un análisis que puede servir a colegas de profesión para
entender las procesiones internas del deporte. Es Pedro Martínez y su
ensalzamiento a la valentía de aquellos jugadores del Gran Canaria para lanzar
a pesar de la igualdad en el marcador y la presión del momento. El técnico
concretaba su exposición recordando que la labor de los jugadores deprimidos
dañan el rendimiento de los equipos. "Si juegas pensando en lo que has
hecho mal antes, fallarás más", dijo.
No sabemos aún si la UD Las Palmas ha sido
capaz de tocar fondo en cuatro partidos, pues de increíble manera pasa de
aspirar a ser líder de la Segunda División a estar descolgada del play off en
el noveno puesto. El candidato grancanario sigue con sus dudas, con la mejor
plantilla pero sin hacer equipo. Y en una secuencia tan negativa como la actual
quema todo, hasta el brazalete.