¿Quién era Spas Delev, el jugador mediático en Bulgaria
que actuó seis partidos de Liga y uno de Copa -en la mayoría de los casos
fracciones de los encuentros- con el escudo de la UD Las Palmas?. Nos quedamos
en realidad sin conocerle en profundidad; porque de su paso durante estos 23
encuentros quedan 250 minutos mal distribuidos, un par de jugadas por las
bandas, ocho disparos a puerta -según estadística oficial de la Liga
Profesional- y una retahíla de imágenes de su frustración, escena tras escena.
El búlgaro tenía claro desde hace algunos meses que su
sitio en la UD Las Palmas era una quimera, que su rol como hombre importante
para la vanguardia no lo iba a encontrar entre los parámetros técnicos
actuales. Así se lo hizo saber a las personas que habían apostado por su
fichaje, quienes trataron de convencerle para que levantara el ala en el equipo
grancanario. Aquella velocidad de la que se argumentó su venida, el remate
explosivo en cualquier posición del área, el juego entre líneas del futbolista
con rango internacional o la impronta con el 'gen Stoichkov' de la que dijo
estar impregnado, todo ello se quedó finalmente en nada. Incluso se le llegó a
comparar como el Rubén Castro de Bulgaria, sin embargo sus dotes no lograron
encajar en los planes de Sergio Lobera, al menos eso es lo que dibuja el
expediente del futbolista.
Spas tuvo un inicio interesante, sin anotar, y una
desaparición fulgurante en los planes del cuerpo técnico, casi de inmediato.
Curiosamente rescinde el contrato que le unía con la UD Las Palmas en la semana
que el equipo visita al rival con el que midió fuerzas durante 90 minutos, el
Eibar, la única defensa que debió preocuparse de Delev desde el pitido inicial
al final. Y fue ese día en el Gran Canaria cuando más cerca estuvo del gol el
jugador búlgaro, en una acción -imagen inferior- en el que fue objeto de
penalti en el momento en que iba a engatillar el disparo. Pero, ni así: no hubo
concesión de la pena máxima, ampliando su pesar en el partido que ya de por sí
era frustrante.
El paso de Delev por Las Palmas es el relato de una obra
inacabada, una situación similar a la que vivió otro refuerzo la pasada
temporada: el peruano Andy Pando. Pero el entrenador Lobera ha dejado claro que
el búlgaro no era un delantero y sí un jugador de banda o media punta. Respalda
su opinión la propia utilización del seleccionador Lubo Penev, cuando ha
alineado en las últimos partidos a Delev con la selección.
Spas es la imagen personificada de una
frustración que no tendrá continuidad en el equipo. No existen valoraciones
para saber si era o no el hombre gol que está buscando Las Palmas. Se acabó el
debate que había en torno a él, comienza el siguiente. Wikipedia hoy le deja
como agente libre; en teoría será por pocas horas.