Buscar este blog

martes, 16 de octubre de 2012

LA CRUEL SINCERIDAD MADRIDISTA


Resulta curioso, pero en el transcurso de la segunda parte en Valdebebas, la afición del Real Madrid Castilla envió a la UD Las Palmas un mensaje al unísono sobre algo que estaba contemplando: "Las Palmas, a Segunda B". Al escucharlo a través de las ondas no percibimos que se tratara de un insulto o de una mofa. Era un mensaje, una opinión colectiva de quienes no tienen apego al equipo, al escudo o a los colores amarillos y de forma sincera se percataron que ese equipo que se medía al filial tenía pinta de descenso.

Por desgracia, los números desnudan que el mensaje del adversario era sincero, digno de agradecer porque el primer movimiento para reparar una avería antes de que sea irremediable es admitir que ésta existe. ¡Y de qué magnitud es la que tiene la UD Las Palmas!. Hace apenas unos días redactábamos en esta misma web un artículo advirtiendo que el problema del equipo amarillo "es más serio de lo que parece". No quitamos ni añadimos nada a lo expresado. Al contrario; subrayamos que el problema va en aumento y el equipo de Sergio Lobera se dirige hacia una zona pantanosa de la que es complicado salir.

El mensaje de Lobera en la víspera del encuentro en Valdebebas subrayando su mirada hacia los puestos de promoción ha quedado finalmente en un escenario tremendamente surrealista, que le aleja del auténtico problema actual de un proyecto que en poco tiempo tendrá que cambiar las coordenadas GPS y centrarse en lo que realmente ha de ser su preocupación: volver a evitar un descenso de categoría que, con actuaciones como la de este lunes, es una posibilidad muy cierta que no se puede desdeñar.

Las Palmas no está actuando como un equipo de la Segunda División. Está despreciando la misión primaria de un conjunto profesional, que es echar sólidas raíces defensivas, protegerse con orden y sin fisuras, al margen de tener un comportamiento colectivo en todas las facetas del juego. Sus agujeros, esas lagunas no reparadas, le pueden pasar una factura muy cara. Y la afición merengue lo ha advertido con prontitud y crueldad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario