Una célebre frase de Luis Aragonés
para definir el fútbol de alta competición y el impredecible desierto que los
proyectos pueden atravesar: "En el fútbol cualquier tonto te monta un
reloj de madera. ¡Y funciona!". La metáfora procede de las entrañas de los
vestuarios, una manera de explicar el sabio de Hortaleza que existen mecanismos
que, correctamente coordinados, son válidos en el teatro de la competición. Y
en una categoría como la que está inmersa la UD Las Palmas, ahora en un mar de
dudas tras sus dos últimos resultados, prevalecen dos conceptos que están
asociados al éxito de las empresas deportivas: la seguridad defensiva y la
precisión en los últimos metros. Y además, unidos por este orden. Todo lo
demás, lo ornamental o lo estético, queda supeditado al rendimiento en las dos
anteriores facetas.
Sergio Lobera, tras el 1-3 (C. Torres) |
En Segunda tiene más posibilidades de
éxito los equipos seguros que los estéticos. Hay ejemplos a puñados y uno de
ellos puede ser la propia UD Las Palmas 1999-2000 donde, con un fútbol
censurado y que parecía dejar insatisfecha a una parte importante de crítica y
parroquia, Sergio Kresic estableció un ascenso en 42 jornadas donde su equipo
apenas encajó 41 goles (36 el también ascendido Osasuna, a su estela). Los
sesenta tantos a favor los rentabilizó precisamente por el alto nivel defensivo
de aquel sistema que servía como inhibidor del resto de rivales. No es aquel
equipo el ejemplo a seguir, pero sí su conducta intensa en el terreno de la
protección, que le dio garantías no sólo para salirse de la tabla sino para acabar
las últimas jornadas con un fútbol brillante y emotivo.
Primero: la seguridad. Más tarde
llegará la eficiencia. A esta UD Las Palmas de la era Lobera no le está
traicionando su falta de profundidad o la carencia de imaginación en el tramo
final de su ataque. El principal problema que se ha de atajar es la fragilidad
defensiva; y no podemos admitir segundas interpretaciones. Cuando un equipo
recibe dos goles en los diez primeros minutos de sus últimos encuentros o
cuando ¡menudo dato! es capaz de cometer un penalti en apenas 28 segundos: ¿De
qué estamos hablando?. Esto no tiene que ver con la elección de piezas o
sistema, habla de algo más que, como bien subraya el entrenador aragonés, es
subsanable. "No reconocía a los jugadores en el terreno de juego",
dijo Lobera al analizar el partido contra el Alcorcón. Por momentos nosotros
reconocimos, en cambio, a otras UD Las Palmas que mejor ni mencionar.
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