Todas las conquistas tienen héroes. El plazo que se da la UD Las Palmas para ilusionarse esta misma temporada es inmediato, porque con la reserva de la permanencia prácticamente cubierta -aunque aún no de forma matemática- existe una posibilidad cierta de pasar al plano de las candidaturas. Hablamos de catorce finales, ocho de ellas en el Estadio de Gran Canaria. Miramos el horizonte con la calculadora en mano, con cuarenta puntos ya garantizados y veinticuatro a disputar en el feudo isleño. ¡Ahí es nada!. Hablamos de uno de los mejores conjuntos en casa en la vigente Liga. Oteamos, pues, un sueño que todavía es posible vía promoción, aunque el club y sus protagonistas deban mantener la moderación porque pisan tierra firme. Compartimos tanto su prudencia como la galopante esperanza popular.
La pose de Jonathan Viera y Vitolo, desde pretemporada (C. Torres) |
En este paseo onírico no pueden dejar de tener cabida estos dos jugadores de segundo año en la Liga Profesional. La pareja de la sonrisa y de los goles. Si bien desde la marcha de Marcos Márquez (incluso en sus últimas campañas) Las Palmas había perdido un referente anotador de veinte tantos por año, esta temporada han aparecido soluciones a montones en las botas de los amigos del espectáculo. Entre Jonathan Viera y Vitolo suman dieciséis tantos (y nueve 'pases de gol', como gusta llamar a Juan Manuel Rodríguez ese término estadístico 'asistencia' que se ha heredado del baloncesto). Esas piezas del motor amarillo son fundamentales para este tramo final de la competición, que no se vivía con optimismo en los último nueve años como el que estamos observando estos días.
Ilusionarse de forma contrastada es saludable. Lo ha logrado Juan Manuel Rodríguez con su método basado en la prudencia. Tiene en sus manos un pura sangre, que a veces ha mostrado un carácter indómito esta misma campaña. Y todo será más fácil si, además, logra la complicidad de los que no juegan pero empujan. La UD necesita los goles de su pareja diabólica y esa voz inconfundible cuando brota sin deserciones. Está empeñada en demostrar que "mientras hay esperanza, hay vida".
No hay comentarios:
Publicar un comentario