Apenas un día para que se
inicie la promoción entre la UD Las Palmas y el Sporting de Gijón, penúltimo
peldaño para alcanzar la cima de un ascenso, ya podemos confirmar un dato que
siendo doloroso parece innegable: el factor campo no será decisivo para el conjunto
grancanario, quizá sí lo podría ser para el rival asturiano. En este capítulo
de la temporada la respuesta de la afición isleña no es proporcional al
acontecimiento que se vivirá a eso de las nueve de la noche en el Estadio. En
amplio número no entiende como hace un año que este play off sea una fiesta con
un premio de valor incalculable al final del camino. El partido de ida apunta a
estar lejos de los más de 31.000 en el derbi, como ejemplo más ilustrativo;
aquellos que empujaron con su aliento el cabezazo de Vicente Gómez hasta las
redes del CD Tenerife.
Los jugadores de Josico
Moreno y los fieles que acudan al escenario para el primer asalto de la
promoción se las tendrán que ingeniar para hacer sentir al Sporting de Gijón
que no juega cómodo en el campo adversario, como sí ocurrió apenas hace unos
días con la Ponferradina. Es el peaje que se ha de abonar por una temporada
inestable campaña y a un final donde ha cuajado más la decepción que la
ilusión, a la vista de los últimos acontecimientos. La presencia del conjunto
gijonés en el EGC ha reunido 16.944 en 2003-04, 18.121 en
2006-07, 12.040 en 2012-13 y 17.532 esta misma temporada. El dato
previo ahora es una incógnita a pesar de que la UD Las Palmas puede ser equipo
de Primera División en apenas once días. Eso está en manos de todos.
El aforo que registre este
miércoles el Gran Canaria genera incertidumbre aunque va en crecimiento en las
últimas horas. El ambiente es un factor que no está bajo control, sí en cambio
el escenario deportivo. Ya han pasado tres semanas desde la marcha de Sergio
Lobera, señalado en el 'bloqueo anímico' en el que dicen los protagonistas de
aquel vestuario grancanario que se encontraban inmersos. Pero también se
observa en la distancia la capacidad futbolística que pueda ofrecer la UD Las
Palmas para este tramo de la competición, donde el manual de juego debía
conocerse de carrerilla entre sus futbolistas. Josico no ha tenido tiempo para
dar con la tecla correcta o corregir todo como él entiende: sí ha rescatado, en
cambio, el orgullo de unos jugadores que han de sobreponerse a todo tipo de
adversidades, propias y ajenas.
Las que ofrecerá el
Sporting de Gijón serán múltiples. Porque sin dudas el rival que tiene enfrente
la UD Las Palmas en la actual promoción es, junto al Barcelona B, el equipo que
mayores recursos ofensivos tiene en su plantilla. Ahí reside una de las claves
de la promoción, porque en especial la elección de la pareja de centrales y la
vigilancia de estos será determinante en el desarrollo de esta eliminatoria. El
dúo Scepovic-Lekic es el mejor de cuantos han habido esta temporada en
la Segunda División. Son jugadores con olfato realizador, buen manejo del
fútbol aéreo y acertados criterios para actuar a la contra. Junto al ex
barcelonista Carmona, son los futbolistas que movilizan las acciones
ofensivas. La última línea de la UD Las Palmas estuvo deficiente una vez más en
el partido del pasado fin de semana frente a la Ponferradina. Sufrió serios
desajustes que habilitaron a los delanteros bercianos llegar hasta las
inmediaciones de Barbosa. E, incluso, en el 1-2 de Yuri se aprecia una
arriesgada descoordinación que costó caro y dejó varios minutos fuera del play
al conjunto grancanario.
Porque es fundamental que
la portería grancanaria quede a cero en el choque de ida. Esa ha de ser una
obsesión para los jugadores amarillos, incluso más allá que cualquier actuación
de cuerpo a cuerpo, a base de golpes. En los doce últimos encuentros Barbosa
quedó intacto sólo en el derbi, partido que además ofreció pocas ocasiones en
ambos lados del campo. Si Las Palmas no logra elevar su sistema de contención
ante un conjunto tan potente como el Sporting, difícilmente tendrá opciones de
sobrevivir hasta la vuelta del Molinón, donde podría pasar de todo.
La idea de Josico en
ataque, sin embargo, ofrece características distintas a la de su antecesor y
también un factor común: hay un abuso de la posesión y apenas se abastece a los
delanteros de balones para los remates. En dos partidos, Las Palmas logró
anotar tres tantos, felizmente uno de ellos en jugada de estrategia. Éstos se
produjeron en oleadas intermitentes, sin continuidad en el juego. En ambos
encuentros Valerón fue suplente. El fútbol de toque amarillo está siendo más
horizontal que vertical, un vicio que no acaba de erradicar a pesar del relevo
técnico. Cuando es capaz de enlazar con sus hombres de vanguardia, Las Palmas
ofrece en cambio mucha claridad en el área rival. Eso es un aliciente.
La presencia de Asdrúbal
en los últimos minutos y del siempre invasor Vicente Gómez son lujosos
recursos de banquillo en un equipo que reclama jugadores hermanados con el gol
como ellos. Maky, en cambio, ha logrado darle un nuevo aire al ataque,
donde también se produce una de las mejores noticias antes del play off: Carlos
Aranda está mostrando en esta etapa de la temporada su mejor rendimiento,
por capacidad en el regate, en el remate también y en el pase. No está tan solo
arriba y eso se notó claramente frente a los bercianos cuando la UD decidió
salir a por todas.
La elección del once por
parte de Josico es fundamental especialmente en el primer partido, donde ha de
ser Las Palmas el equipo que sorprenda al Sporting. El cuadro gijonés abusó de
la comisión de faltas como recurso para romper a los amarillos el día del 2-1
en la segunda vuelta. Esa lección la tienen aprendida y es un arma que podrían
utilizarla de nuevo en la promoción: "Tenemos que presionar lejos de
nuestro campo a Las Palmas", advierte Abelardo.
Nada de lo que ocurra el
miércoles en el Gran Canaria será definitivo; sí, en cambio, vinculante para la
trayectoria final de una eliminatoria en el que se requiere cabeza fría durante
180 y corazón caliente. Es el momento de que la UD Las Palmas 2013-14 demuestra
a España quién es realmente.
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